La vida de Eliana Morales es un ejemplo para toda la familia de Orsovisión, su incondicionalidad es ese sello único e irrepetible en esta mujer que ingresó el 5 de marzo de 2002 a trabajar en el consultorio de la Beneficencia de la mano de Inés Rodríguez de Pardo, de quien aprendió sobre la magia de las ventas.

Eliana ha estado en todas las sedes que ha tenido Orsovisión, recuerda cuando la enviaron a Girardot a manejar esa dependencia. Transcurría el año 2005 y desde su primera apertura hasta el cierre asistió desde el ámbito administrativo y comercial.

Regresó a Ibagué y poco tiempo después empacó maletas para acompañar a Sofía Pardo en la apertura de la sede en Cali, la misma historia, incondicional a la empresa aceptó el reto y estuvo en la Sultana del Valle hasta cuando terminó el contrato que tenía Orsovisión.

Eliana es una de las viajeras de la familia Orsovisión: Neiva, El Espinal, Girardot e Ibagué le permiten conocer de fondo las ópticas, porque inició como asesora, luego como asesora de asesores, control. Interno y por último, regresó al cargo que más le gusta, el de asesora.

Morales es ejemplo, porque gracias a esa constancia y disciplina le permitió primero comprar su moto y luego su apartamento, espacio que comparte con su mamá, lugar de encuentro con las otras dos hermanas y siete sobrinos que tiene.

Pero si alguien quiere ver contenta a Eliana comparta con ella un vallenato con una “pola”, métale a ese encuentro una buena cazuela o mojarra frita, dos de sus platos favoritos. En ese instante usted verá como le brillan los ojos, porque si algo tiene es que agradece todos los días por lo que ha conseguido, por lo que sigue construyendo y por los amigos que la acompañan desde Orsovisión.

Tres momentos diferentes en las sedes de Orsovisión que comparte en esta entrevista la mujer que le encanta el color azul son: Cuando le hicieron la cirugía refractiva, intervención que le devolvió la vida porque no solo se quitó esos lentes de botella, sino que contempló más de cerca todo lo que tenía a su alrededor.

Un segundo momento fue cuando tuvo un accidente que la incapacitó por más de dos meses, se encontró con Sofía Pardo, gerente, quien le permitió trabajar por los laditos medio tiempo, teniendo el recurso económico de la incapacidad, además. “Son acciones que llevó en mi corazón, la incondicionalidad de la doctora Sofía conmigo” dijo Morales.

Pero quizás, el evento más complejo fue cuando murió su abuela, la mujer que la crío. Estaba atendiendo un paciente y al levantar la bocina del teléfono escuchó esa noticia que no le permitió, quizás por única vez en sus 21 años de laborar con las ópticas, no atender hasta el cierre un paciente.

Eliana seguirá dándolo todo, hasta el último día, en cualquier sede o ciudad. En otro de sus apartes dice: No he tenido inconvenientes en la empresa, trato de ser incondicional, leal, honrada en el manejo de los dineros que no son míos.

La “veterana de veteranas” en los asesores, le encanta compartir con todos sus compañeros, se siente plena, realizada, hace lo que le gusta y, por eso seguirá siendo uno de los referentes a seguir en Orsovisión Ópticas, porque su dedicación, disciplina y respeto al paciente y sus compañeros la hacen única en Ibagué.