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El dulce enemigo de la vista
El dulce enemigo de la vista

Ibagué, noviembre 5 de 2024

El consumo excesivo de azúcar es conocido por sus efectos negativos en la salud general, tales como el aumento del riesgo de obesidad, diabetes y enfermedades cardiovasculares. Sin embargo, un aspecto menos comentado es el impacto del azúcar en la salud visual, que puede ser igual de perjudicial y afectar a personas de todas las edades. Diversas investigaciones han puesto en evidencia que una dieta rica en azúcares no solo daña el organismo, sino que también es un factor de riesgo para el desarrollo de problemas oculares severos.

 

La retinopatía diabética es uno de los problemas más comunes asociados con el consumo excesivo de azúcar. Esta afección, que suele desarrollarse en personas con diabetes, daña los vasos sanguíneos de la retina, la capa de tejido sensible a la luz en el fondo del ojo. Cuando los niveles de azúcar en sangre son elevados de manera constante, los vasos sanguíneos de la retina pueden deteriorarse, lo que provoca fugas o incluso obstrucciones que afectan la visión. Según el Instituto Nacional de Salud, este problema ocular puede avanzar silenciosamente hasta llegar a un punto crítico, afectando la capacidad de ver y, en los casos más graves, llevando a la ceguera.

 

La neuropatía óptica es otra afección vinculada al exceso de azúcar. En este caso, el azúcar elevado afecta el nervio óptico, que transmite las señales visuales al cerebro. "El azúcar alto deteriora los pequeños vasos sanguíneos que alimentan el nervio óptico, causando daños irreversibles que afectan la visión", explica el Dr. Andrés Morales, oftalmólogo especializado en enfermedades metabólicas. El daño puede presentarse como visión borrosa, pérdida de visión periférica o, en el peor de los casos, pérdida total de la visión si no se toman medidas preventivas.

Además, el azúcar contribuye al envejecimiento prematuro de los tejidos, un proceso que también incluye a los tejidos oculares. La glicación, una reacción entre las moléculas de azúcar y las proteínas del cuerpo, puede endurecer los tejidos del ojo y hacer que pierdan elasticidad, lo que contribuye al deterioro de la calidad visual con el tiempo. Esto explica, en parte, por qué muchas personas con dietas altas en azúcares presentan problemas de visión a una edad temprana.

 

Los expertos en salud visual recomiendan moderar el consumo de azúcar como una forma de prevención. “Reducir la cantidad de azúcar en la dieta no solo ayuda a prevenir enfermedades sistémicas, sino que también protege nuestros ojos,” añade el Dr. Morales. Una dieta equilibrada, rica en antioxidantes y baja en azúcares refinados, puede ser clave para mantener una buena salud visual a largo plazo.

Para aquellos que ya presentan problemas de visión relacionados con el azúcar, es fundamental acudir a revisiones periódicas con un oftalmólogo y seguir un plan de tratamiento que incluya una dieta controlada, actividad física regular y, en algunos casos, medicación para regular los niveles de glucosa en sangre. La prevención y el control son esenciales para evitar complicaciones visuales irreversibles.

La salud visual es un reflejo de la salud integral del organismo, y el consumo de azúcar puede ser su peor enemigo. Cambiar los hábitos alimenticios y optar por opciones más saludables es una decisión que no solo protege el cuerpo, sino también la capacidad de ver el mundo con claridad.