El lavado de manos es uno de los actos más simples y efectivos para proteger la salud. Sin embargo, aún muchas personas lo pasan por alto. La Organización Mundial de la Salud estima que esta práctica podría reducir hasta un 40% las infecciones.
Y es que una de las mañanas costumbre que tenemos los colombianos es “urgar” o tocar nuestros ojos al momento de sentir cansancio ocular, o por malos hábitos, donde siempre terminamos sobando los ojos. De allí la importancia de lavar las manos con agua y jabón de manera permanente en el día.
La invitación que realizan nuestros profesionales es a promover este hábito desde la infancia, reforzando la importancia de hacerlo antes de comer, después de ir al baño o al llegar a casa. En el Tolima, las campañas de prevención han sido especialmente efectivas en comunidades rurales, donde se trabaja por mejorar el acceso al agua potable.
Hoy, mantener esa costumbre es vital para evitar brotes de enfermedades comunes como la influenza, las diarreas infecciosas o incluso la conjuntivitis. Pero tenemos un problema de causa mayor. Las personas están con sus celulares al momento de ir a hacer sus necesidades y ese doble contacto está generando inconvenientes en la salud pública. Esta practica se debe eliminar de una vez por todas en los hogares.
Recordar este gesto es cuidar de nosotros y de los demás: el jabón sigue siendo un aliado silencioso de la salud pública.